Hace unos años, la operaron de la vejiga, que se le había desprendido un poco, ná, un día estuvo en el hospital. Cuando llegamos a casa, me dice que el médico le ha dicho que tiene que estar 40 días de reposo, que lo ponía en la carta de alta, que a ver como lo arreglábamos. ¿40 días? pensé yo, no puede ser, si ahora te operan y enseguida quieren que hagas vida normal. Cojo la carta y sí que ponía lo de los 40 días "40 DIAS DE ABSTINENCIA Cortes de pelo". 
 
Me entró la risa y, aunque suelo mantener la calma, no pude aguantarme: "Señora mía, aqui dice que no folle en 40 días, no que no friegue, así que, de reposo, nada de nada". Otra vez, por una rotura de clavícula estuvo un mes sin hacer nada. Y la tonta de la nuera (tiene otra, pero esa pasa), llevándole todos los días la comida y la cena. Mi suegro se tiene el cielo ganado, el pobre. Así que ahora, que tanto se quejaba de las piernas le dije que se buscase una chacha, que tiene dinero para pagarla y no se lo va a llevar a la tumba. Total, que como es tan comodona hay que hacer de taxista y como se ve que debo llevar el cartelito de LIBRE. Mi contrario, me las pagará, ésta se la apunto en la lista negra: tres horas aguantando los cotilleos, entierros, divorcios y demás noticias Cortes de pelo. No sé como lo hace para enterarse, no sale de casa pero... lo sabe todo. Al final, solo veía una boca moviéndose sin parar y yo fuente mecánicamente como un robot.
 
¡Qué mal genio tiene este dios! Antes de contar para qué me buscaba Poseidón con tanta prisa, voy a explicaros como hacemos las sirenas para procrearnos con ayuda de los hombres, porque me parece que no tenéis ni idea. Claro ¿cómo la vais a tener si no os lo cuentan?
 
Nosotras, tenemos dos pequeñas ranuras entre las escamas de nuestra cola. Están muy escondidas y nadie puede verlas. Una, es para la procreación y hacemos que se abra por propia voluntad. Cuando una sirena se aparea con un humano, con el único fin de tener descendencia, el pobre termina todo arañado, pues nuestras escamas le hieren la piel, aunque a algunos parece que les gusta ¿harán lo mismo las mujeres?. Por el contrario, si el hombre hace que la sirena sienta deseo hacia él, es la otra ranura la que se abre, sin que nosotras podamos hacer nada. Ésta, además de dar vida a otra ser, les proporciona a ambos un placer inmenso. Al mismo tiempo segrega una especie de aceite oloroso que hace que las escamas se tornen suaves como la piel de un bebé humano. Pero, esto es muy dificil de conseguir, pues los hombre no siempre son capaces de provocar en nosotras esa sensación. Si el hombre de mis sueños es capaz de hacer eso, ya os diré cómo lo consigue, porque es un secreto que no nos es revelado.